Siempre me han gustado los niños. Desde pequeña he sido súper niñera, como la madre de todos, además la gente siempre me ha tenido mucho cariño, siendo yo más tímida que el patito feo ¡qué le vamos a hacer!
Me considero alegre, risueña y bastante escandalosa en algunas ocasiones. Me apasiona la música, no se vivir en silencio, hay gente que dice que eso es un problema. Me gusta hablar, hacer reír al que tengo en frente, escuchar a mis amigos y sobretodo disfrutar de las pequeñas cosas. Me gusta sacar lo mejor de los que me rodean, y por ello me dedico a esto con tanto cariño.
Siempre quise dedicarme a algo sanitario, me gustan las palabras médicas, ver operaciones, soy muy curiosa en ese sentido. ¡De pequeña quería ser cirujana! Pero mi vida dio un giro, y acabé en logopedia. Cuando empecé la carrera trabajé con adultos, mi abuelo tiene Parkinson desde hace 14 años y quería poner mi granito de arena en casa. Pero también quise probar suerte con los enanos y ahora no lo cambio por nada.
Cuando acabé la carrera, dije ¿y ahora qué? Así que me saqué el master de Logopedia Clínica en Daño Neurológico y más tarde me hice con el posgrado de Psicomotricidad.
He trabajado con adultos con Parkinson, y con niños de edades comprendidas entre los 2 y los 18. Tengo experiencia gran experiencia en atención temprana, en retrasos del lenguaje, dislalias, problemas de comprensión y expresión, trastornos del aprendizaje, trastornos específicos del lenguaje…
Pero lo que me sigue sorprendiendo es todo lo que puede abarcar mi profesión y lo que aprendo cada día de mis pacientes.