La terapia es un método de tratamiento que intenta resolver conflictos o situaciones que atraviesa un grupo familiar o una pareja. Sirve para que sus integrantes expresen sus sentimientos respecto a ese problema e intenten llegar a un acuerdo, comprendiéndose y acercándose a la realidad del resto.
Se trabaja desde el Modelo Sistémico, por el que la familia se concibe como un sistema abierto en constante interacción. Se trabaja, a demanda del terapeuta, con todos los miembros del sistema o con subsistemas por separado (hermanos, padres, etc.).
Los principales objetivos de la terapia familiar son:
– La mejora del funcionamiento de la familia a diferentes niveles.
– El aumento de la comprensión mutua y el apoyo emocional entre los miembros de la misma.
– El desarrollo de estrategias de afrontamiento y habilidades de resolución de problemas ante diferentes dilemas y situaciones de la vida.
– Se analiza y se interviene sobre la estructura de la familia, las normas (implícitas y explícitas), los estilos y secuencias de comunicación y sobre las expectativas de cada miembro, entre otras muchas cosas.
Los asuntos por los que se acude a terapia de familia son:
– Problemas de gestión matrimonial, incluida la separación y el divorcio
– Acogimiento familiar, adopción y otras cuestiones relacionadas con el ciclo vital familiar y las etapas de transición.
– Promoción de habilidades parentales y mejora del funcionamiento familiar.
– Experiencias traumáticas, la pérdida y el duelo
– La alteración de la vida familiar debido a conflictos sociales.